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jueves, 27 de junio de 2013

Pregón en texto de las Fiestas de Cehegín 2012 por Loli de Gea.



Buenas noches a todos, estoy muy feliz por ser la pregonera de las Fiestas de mi pueblo.

Ante todo les pido disculpas por no hacerme cargo yo misma de toda la lectura de este pregón, pero como ustedes bien saben lo mío es la natación, así que contaré con la valiosa ayuda de mi hermana Amparo que como en tantas otras ocasiones estará a mi lado ayudándome y guiándome.
Amparo por favor puedes subir.

Es un honor para mí haber sido elegida para pregonar las fiestas de mi pueblo, nunca hubiera imaginado que algún día pudiera estar aquí subida en este escenario rodeada por el cariño de todos vosotros. Fue allá por el mes de mayo cuando Pepe, Alcalde de Cehegín, se puso en contacto conmigo y mi familia, expresando el interés por parte de la Corporación Local y especialmente el suyo, de que fuera yo la persona encargada de realizar este año el pregón de las fiestas en honor de nuestra patrona la Virgen de las Maravillas. En un principio tengo que confesar que no me creía lo que estaba oyendo  ¡¡¡Yo pregonera de las Fiestas de Cehegín¡¡¡. Me pareció algo novedoso, especial y, sobre todo, pensé que era una gran responsabilidad, puesto que, por un lado, soy la primera mujer pregonera en este pueblo, y por otro, a buen seguro una de las pocas personas con Síndrome de Down que han sido elegidas para pregonar las fiestas de su pueblo. Aún así, asumí el reto y me dispuse de inmediato a redactar este texto contando con la ayuda de mi familia y amigos. Esta responsabilidad es mayor si cabe teniendo en cuenta los pregoneros de años anteriores personas tan importantes y de renombre como nuestro actual presidente del Gobierno Regional Ramón Luís Valcárcel, el escritor y periodista Arturo Pérez Reverte, Antonio Pérez Crespo, que fue presidente preautonómico de Murcia, José Luis López Vázquez actor, José Luís Castillo Puche, escritor yeclano; y nuestros cehegineros Salvador García Jiménez, Francisco Carreño, Antonio de Béjar, Fernando Gil Tudela, Antonio de la Ossa, Pepín Liria, Salvador Ruiz de Maya y Javier Miñano Espín, entre otros. Sé además que en un pregón de fiestas es preceptivo aludir a la Reina y su corte. Me lo ahorraré, porque en Cehegín todas las mujeres se lo merecen. Y yo también
Intentaré no desmerecer y estar a la altura de la confianza que se ha depositado en mí. Diré, eso sí, que en todo momento trato de ser una ceheginera de pro y que llevo el nombre de Cehegín en mi corazón, pregonándolo por todos los lugares del mundo que visito en mis competiciones.

Nací en el Hospital de la Real Piedad y el mío fue el último nacimiento que aconteció en ese ceheginerísimo lugar. Mis padres y hermanos me recuerdan una y otra vez las dificultades de mi alumbramiento: "incluso tu nacimiento fue difícil”, me dicen sonriendo, y la verdad es que todavía hoy no me lo puedo creer El día anterior a mi nacimiento comenzó a nevar un poquito pero, por la noche, la nevada fue en aumento, ¡y no os podéis imaginar cuánto¡ Manuela, mi madre, le dijo a Antonio mi padre”: ¿te imaginas que mañana me pongo de parto?". Mi padre le respondió: "Dios no lo quiera, espero que no". Pero a la mañana siguiente, dicho y hecho: nada, que tenía ganas de ver este mundo y de contemplar mi Cehegín maravilloso cubierto de un gran manto blanco

Mi padre, muy preocupado por la situación, buscó ayuda para conducir a mi madre al hospital y poderme “dar a luz”, para lo cual hubo de recurrir a la Guardia Civil de Tráfico y como no, le pidió ayuda a su amigo Antonio "El Valero", quién no dudó en ofrecerle su grúa-pala para que abriese camino delante del Land Rover de la Guardia Civil, Hubo de apartar una cantidad de nieve como no se había visto desde hacia muchos años en la Comarca del Noroeste. Mi madre me recuerda que, subiendo la Cuesta del Parador, ¡menuda cuesta y además con nieve peor¡, el coche iba de un lado hacia el otro hasta incluso quedarse clavado en la nieve y no dar ni un paso más. Mi padre hubo de pedir ayuda de nuevo a unos hombres que estaban en un bar, los cuales, con rapidez, consiguieron arrancar el coche y ponerlo en camino. Así que a trancas y barrancas, conseguimos llegar al Hospital de la Real Piedad. Avisado el médico y preparados para mi nacimiento, doy mi primer llanto, no de dolor, sino de alegría por haber llegado a la vida, una vida de promesas y de aventuras. Y como no, ante tanto trasiego y dificultades, debía  llevar algo de ese día conmigo para poder recordarlo: mis padres deciden entonces que mi nombre sea Dolores de las Nieves. Dolores por mi abuela y Nieves por este día. Todos estos problemas pudieron superarse gracias al manto de nuestra patrona la Virgen de la Maravillas, que me recogió y me pudo conducir hacia a mi nacimiento. Toda esta curiosa odisea fue noticia en los ámbitos regionales, e incluso en los nacionales

Aunque mi nacimiento, como ya habéis visto, estuvo lleno de dificultades, también diré que supuso un revulsivo en mi familia, una familia que siempre se caracterizó por su humildad. Somos una familia ceheginera más, una de las tantas familias numerosas que han salido adelante con mucho esfuerzo y mucho sacrificio. Quiero recalcar la voluntad, el buen hacer, el empeño y el esfuerzo de mis padres Antonio y Manuela, dos padres que todo el mundo quisiera. Ellos lucharon incansablemente por conseguir lo mejor para nosotros, y nosotros hemos intentando responderles procurando ser personas capaces, valientes, luchadoras y, sobre todo, siendo buenos hijos y buenas personas. Mi padre, Antonio, que se encuentra todos los días en mi memoria, era un padre bondadoso, trabajador, amable y obstinado, en conseguir que sus hijos alcanzáramos todas las metas que él no pudo conseguir, de manera que tuviéramos mejores expectativas de futuro.  Así que nos animó a todos a conseguirlo. Mi madre, Manuela, ama de casa luchadora, una madre modelo, cariñosa, buena, siempre con el firme objetivo de que fuéramos personas responsables, trabajadoras y buenas. Ellos fueron la semilla de germinación de esta familia de la que yo soy la quinta hermana, y en la que me preceden cuatro hermanos a los que quiero mucho y de los que haré mención.

Ya conocéis a mis padres ahora os presentaré al resto de mi familia. En primer lugar está mi hermano mayor Ginés Alfonso, que me da muy buenos consejos, me anima y, sobre todo, del cual destaco su cariño y amor hacia mí. Además me ha dado la alegría impagable de mis dos sobrinos Manuel y Alfonso, a los que quiero con toda mi alma, y estoy deseando que vengan de Jaén para poder estar a su lado y compartir esos momentos de alegría, emoción y poder ensañarle mis medallas. Le sigue mi hermano Antonio, que ha estado conmigo en los buenos y malos momentos, que me ha impulsado a hacer cosas que creía que no podría y que, además, me ha dado dos alegrías más: mis dos sobrinos Ana y Antonio. Me encanta cuando todos los domingos aparece para comer el “arroz de la Abuelita”. A continuación mi hermana Amparo, ven ustedes lo grande que es pues más grande es su corazón, con una fuerza de voluntad que no lo saben ustedes, siempre conmigo, pensando en lo que tengo que hacer, siempre a mi lado y a la que quiero muchísimo, porque además de ser mi hermana es una amiga a la que le cuento muchos problemas y me responde siempre lo mejor para mí. Y, por último, y no menos importante, mi hermano Blas Ignacio, mi entrenador personal, mi Manager, el que me lleva a todas las competiciones, el que está pendiente de mis entrenamientos, que insiste en que lo haga lo mejor posible y el que lucha todos los días porque me esfuerce y lo haga cada vez mejor. Saben ustedes lo que más me gusta cuando acabo una competición, abrazarme a él y llorar juntos de alegría por los éxitos cosechados, sabiendo ambos los sacrificios que hemos tenido que hacer para conseguir cada una de las medallas que tengo en mi poder. Te agradezco mucho todo el trabajo que has realizado en la sombra. Sin ti, seguramente no sería lo que soy, te quiero mucho

Siguiendo con el resto de mi familia, tampoco quiero olvidar a mis cuñadas, Isa, la mujer de mi hermano Ginés Alfonso, que me trata como una hermana más y que es mi fan número uno. Me encanta leer sus comentarios en facebook y oírla como me anima por teléfono. Tampoco me olvido de mi cuñada Juani, esposa de mi hermano Antonio, orgullosa de mí y de mis logros. Siempre me acuerdo de cuando nos reunimos  todos los días 6 de enero en mí casa para abrir los regalos de los Reyes Magos sigo soñando que algún día me devuelvan a mi padre; eso es lo que yo les pido todos los años, y para terminar ese día nos reunimos todos en la comida familiar. ¡Qué buenos recuerdos!

Bueno, ya conocéis a mí familia, pero quiero destacar cuál fue la sorpresa más importante que supuso mi llegada a la vida. Tras mi nacimiento, la matrona me colocó en el pecho de mi madre. Estaba fría, mojada, y sucia pero, por dentro, irradiaba calor, emanaba alegría, y entusiasmo por la vida recién iniciada. De repente, mi madre me miró a los ojos y observó que era diferente, ¡¡sí diferente¡¡. Como cualquier patrón de costura, a veces el sastre, con sus tijeras, crea una pieza diferente pero no siempre esa diferencia implica desechar el patrón entero.

¿Ustedes creen que esa “diferencia”, entre comillas, puede ser importante? ¿No es verdad que todos somos diferentes? ¿Se debe, por tanto, tirar al traste todo el trabajo realizado anteriormente cuando el traje puede ser el más dotado de hermosura, más que muchos trajes formados por patrones que están cortados a la perfección?. Pues eso fue lo que tuvieron que pensar mis padres, y por eso, creo, que se ha podido hacer de mí un lindo vestido. Tras la sorpresa de ese descubrimiento, mis padres pusieron todo su empeño en que ese patrón diferente fuese finalmente el más bello vestido que jamás se hubiera hecho. Durante este largo camino sufrieron tropiezos pero también disfrutaron de muchas alegrías, cualquier pequeño logro era un triunfo para ellos. Empeñados en conseguirlo juzguen ustedes si lo han conseguido

En  mis recuerdos más antiguos, aparecen todos los sacrificios que tuvieron que realizar mis padres conmigo. Me acuerdo de esos momentos difíciles donde la sociedad no es lo que hoy es, donde muchas veces conseguir una estimulación a un niño/a como yo, suponía muchas dificultades y reticencias, donde la integración de niños con necesidades especiales era casi imposible de encontrar y difícil de disfrutar, no como hoy; aunque seguro que muchos de los que están presentes lo saben y lo han sufrido o están sufriéndolo como yo. A pesar de los esfuerzos de la Administración, todavía queda mucho camino por recorrer para que personas como yo no estén apartadas en un rincón. Y es que sin el apoyo de las administraciones públicas, son muchas las dificultades que tendríamos que superar para demostrar a la sociedad que no somos personas dependientes de ella sino que somos personas que podemos dar cosas importantes e incluso aportar algo nuevo, interesante y diferente.
Recuerdo con emoción el esfuerzo, el sacrificio y la dedicación de mis padres, ¡cuantas lágrimas derramasteis!, Siempre animándome, ayudándome y guiándome, desde los primeros momentos de mi vida. Recuerdo incluso como conducíais mi mano hasta mi boca cuando sujetaba la cuchara cargada de papillas, y también cómo poco a poco yo os apartaba la mano y aprendía a ser autosuficiente. Al principio me ponía perdida de comida, pero, al poco tiempo, comencé a usar todos los utensilios (cuchara, tenedor, cuchillo) ¡Cómo me ponía! ¿Recuerdas, mamá, cómo me ponía perdida?. Me ponías un paño y me llenaba de comida por todos los sitios. ¡Y cuántos vasos de agua me he derramado encima¡. Y. sin embargo, ahora me gustaría que me vieran comer, me costó mucho, pero lo he conseguido. Cuántas veces te quedaste tú y el papá una noche tras otra en vela solamente mirándome en la cuna, y pensando que conseguiríais convertirme en alguien que no dependiera de otro. Y a la vez alguna lágrima se derramaba por vuestras mejillas; lo sé aunque yo no os veía, pero sí que podía sentir vuestro calor y el latir de vuestro corazón. ¿Os acordáis de mis primeras palabras, de mis primeros pasos, de mi primera vez que fui solita al baño, de mi primer abrazo, de mi primer beso? Pues yo tampoco puedo olvidar vuestra cara, ese cambio de una mirada con preocupación a una mirada de admiración, alegría y dulzura. No os lo podía decir pero lo sentía muy dentro de mi corazón.

De mis primeros años, recuerdo mi paso por la Guardería de la Gran Vía, donde tuve mi primera experiencia escolar, y recuerdo también, como no, a su Directora  “Doña Isabelita”, y de muchas cuidadoras, Juani, Maravillas, Paca. Pero, sobre todo, me acuerdo de un carnaval, ¡qué recuerdos tan bonitos¡, me vistieron de payaso, y me subieron a mi casa para que mis padres me vieran, ¡¡qué alegría y qué sorpresa, cuantos momentos de felicidad!.

Una de las épocas de mi vida con mejor recuerdo y de la que tengo muy buenas experiencias fue mi etapa escolar. Les recuerdo que no existía apoyo educativo para niños con necesidades especiales. Afortunadamente, tras muchas peripecias, tramites y dolores de cabeza de mis padres, y tras muchas reuniones con la Administración, al final se dotó al colegio público “Pérez Villanueva” de profesores de apoyo, psicólogos y logopedas. Aquí conocí a muchos amigos con los que actualmente conservo gran amistad: mi amiga Loli, Engra, Josí, Cristina, Encarnita, Marian… Y cómo no recordar también a mis profesores, Don Juan Luís, mi señorita Juani, la Señorita Loli de Paco, la señorita Lali, mi profesor de apoyo Antonio, mi señorita Loli, y mi señorita Dolores… ¡Qué promoción más buena la de 1996¡, qué recuerdos, cuánto trabajo realizado por mis maestros para que yo pudiera aprender a leer, a expresarme, y sobre todo a divertirme¡. Reconozco que a la hora de ir al colegio era un poco perezosa, y de esto podría dar fe mi padre que me llevaba todos los días al colegio, pero les confieso que una vez que llegaba a clase no quería irme porque disfrutaba con el cariño de mis profesores y amigos.

Coincidiendo con mi etapa escolar, fue cuando se inauguró el Pabellón de Deportes y la Piscina Municipal. Mis padres, tras consultar con los médicos, vieron la conveniencia de que fuera a practicar deporte, y ello a pesar de las muchas reticencias existentes y de un camino plagado de obstáculos.

Así que comencé mi periodo de aprendizaje para nadar. Seguro que Pablo, Juan Fran, Tomas y Juan Carlos, recuerdan cómo, a pesar de lo difícil que es que un niño aprenda a nadar, más difícil es enseñar a alguien como yo. Al final, ha quedado claro que todo esfuerzo merece la pena. ¡Cuántos dolores de cabeza y cuánta paciencia!. Con el tiempo y la dedicación necesaria, pude conseguir aprender todos los estilos de natación. Me acuerdo, todavía,  cuántos tragos de agua me di, cuantas cafeteras hice, cuantas veces pensé que no podría conseguirlo; pero a la vez pensaba ¿por qué no?, ¡¡¡yo soy capaz¡¡¡.

Siguiendo con mi preparación deportiva comienzo con mi Gimnasia de mantenimiento con Encarna, en mi memoria están todas esas horas nocturnas de trabajo duro, en las que ella se empeñaba en hacerme sudar al grito de  ¡Vamos Loli, vamos¡ y también recuerdo el cariño que recibí y que aún recibo de mis compañeras de gimnasia. Además Encarna, suele decirme cuando tengo alguna competición a la vista, “ya sabes, tú nada rápido, que si no te vas a tener que traer la medalla del salchichón”.

Me acuerdo de cuántas veces yo, con mi padre, bajábamos desde casa, rodeando nuestra plaza de Toros, y pasando por el Colegio “Virgen de las Maravillas”, hasta llegar al Pabellón además íbamos saludando a los amigos de mi padre con los que nos cruzábamos y especialmente a sus amigos que se encontraban en el Bar del Sindicato. He olvidado las conversaciones de mi padre con sus amigos, pero lo que no he olvidado es la cara de orgullo de mi padre cuando le preguntaban ¿qué Antonio, a llevar a la cría a natación?, y entonces el respondía “SI, a ver si consigue alguna medalla en el próximo campeonato”. Después mi padre me esperaba pacientemente hasta que yo terminaba; cuánta gente me dice: “Me acuerdo mucho de tu padre, que te llevaba a la piscina y te recogía todas las tardes para ir otra vez a casa”. Este -sube y baja- de mi padre, ese ánimo, esa voluntad, ese cariño y empeño, su sonrisa, su alegría… Si mi padre se encontrara aquí, ahora, sería la persona más feliz del mundo, y yo no pararía de abrazarlo, de besarlo y él, no pararía ni un momento de hablar de mí, de mis hermanos, de su esposa y su familia. Papá, seguro que me estás escuchando: ¡Te quiero mucho¡.

Bueno mi vida ha trascurrido en el Barrio de la Plaza de Toros, concretamente entre las Calles Cid Campeador y Churruca, en una casa humilde pero llena de alegría, siempre con mucho ajetreo. Había que ver cómo mis padres tenían que hacer encajes de bolillos para sacarnos a todos adelante. Mi estancia, en mi barrio de toda la vida, ha sido y es emocionante, lleno de alegría. Es un barrio tranquilo, moderno, cómo recuerdo, con gran felicidad, mi infancia con mis vecinos:

Me van a perdonar pero ahora tengo que hablar un poquito de mis vecinos y familiares, porque se lo merecen, me quieren y me tratan como a una hija. En primer lugar, está mi vecina Gloria y su marido Diego, es como mi segunda madre, y bien que lo ha demostrado y lo sigue haciendo. Desde bien pequeña y acompañando a sus hijos Alejandro y Alba me ha llevado a todos las fiestas, desfiles y procesiones a los que mis padres no han podido ir. Después están mi vecina Rosa, su marido Agustín y sus dos hijas, qué bien nos lo pasamos en la puerta de su casa tomando el fresco y algunos días en su cochera, celebrado mis victorias; Las convites vecinales son muy frecuentes entre nosotros, en unos casos toca en mi casa en otros la casa de mi vecina Pepa, para tomar el café o el chocolate con bizcocho y en otros en la casa de la huerta de mi vecina Maruja y de su marido Juan viniendo incluso su hija Ana Mari, o en la casa de mi vecina Cati donde nos reímos sin parar con las anécdotas que cuenta su marido Antonio. Pegados a mi casa viven mis vecinos Loli y Ángel que siempre están esperándome en la puerta para ver las medallas que traigo colgadas y que me reciben como a una auténtica campeona.
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Cerca de mí, viven también mis dos tíos: toda la familia de mi padre vivimos muy cerca, de manera que, cuando alguno necesita algo del otro, siempre estamos ahí. En la misma calle vive mi tío Blas “El Porreta”, como le gusta que le llamen, mi chacha “Ana María” y mi primo Matías. Cada vez que voy a alguna competición antes paso a verlos y ellos me dan ánimo y siempre me recuerdan que es muy importante todo lo que estoy realizando. Casi pared con pared viven mi chacha “Isabel”, viuda de mi chache “Juan El Porreta” y mis primas Amparo y María siempre me dan ánimos para todas las competiciones. La mayoría de la familia de mi madre vive en Mataró y aquí en el pueblo solamente residen mi prima Antonia. Como me anima continuamente a seguir, y cómo me gusta visitar su casa cuando están sus hijas Gema y Mavi, para que me preparen un pizza, ¡Qué bien nos lo pasamos cuando me acompaña mi hermana Amparo¡

Desde bien pequeña mis padres me han transmitido el cariño hacia el pueblo de Cehegín. Recuerdo también esos paseos que en compañía de mis padres y mis hermanos dábamos por el Casco Antiguo para ir hacer una visita a la casa de mi abuela, ¡Qué vistas se tienen desde ahí¡. Y todavía, como si no hubiera pasado el tiempo, fuera ahora, me acuerdo de las explicaciones y las anécdotas que mi madre nos contaba: donde jugaba ella de pequeña, cómo estaba todo antes, cuánta gente vivía allí, qué diferente que era con respecto a la actualidad… Y, mientras, mi padre, nos decía que esta casa es de Fulano o Mengano, esta otra tiene tal o cuál cosa y, sobre todo, el número de casas en las que él había estado cuando era albañil y cuántas había arreglado. A mí me encantaba soltarme de la mano y salir corriendo por esas callejuelas y cómo, alguna vez que otra, me caía y empezaba a llorar. Pero no me pasaba nada: enseguida salían corriendo a mi auxilio. También me encanta asomarme desde el mirador de la Plaza del Castillo y observar, sentir el aire sobre mis mejillas y respirar ese olor característico de un pueblo como el nuestro,  con olor  añejo, a leña quemada, a añoranza, a cariño, lo que cualquier ceheginero siente cuando se sitúa ahí.

Mis fiestas, son para mí, las mejores del mundo Desde mi infancia recuerdo como mi padre, siendo yo muy pequeña, me llevaba en sus brazos en la procesión acompañando la estela de nuestra Patrona la “Virgen de las Maravillas”. Salíamos puntuales toda la familia, tanto para guiarla hacia su estancia provisional en la Iglesia de la Magdalena, como en el regreso a su Santuario del Convento. Lo hacíamos todos los años. Siempre rogando y pidiéndole que todo saliera bien. De las fiestas me gusta todo, pero si hay un día en el que me lo paso en grande es en el Día del Huertano, me encanta vestirme de Huertana. Ya desde el día anterior estoy diciéndole a mi madre que me prepare el traje para ponérmelo en perfecto estado  Y cómo no, me encantaba y me sigue gustando mucho montarme en el tren de la Bruja. Ahora ya no lo hago sola ya que me acompañan mis sobrinos: me lo paso muy bien y, cuando puedo, le quito la escoba a la bruja. ¡Como me rió¡ El ultimo día de fiesta, como es tradicional, vamos la familia a tomarnos el típico chocolate con churros: me encanta.

Llegados a este punto del pregón, y una vez que ya os he desgranado pedazos de mi vida, ahora les hablaré de mi deporte favorito, la natación. Os diré que me acuerdo de mi primera prueba competitiva acompañada por Tomás en Molina de Segura. Poco después participé en el primer campeonato de España, en Ciudad Real, con Pablo, recuerdo que momentos antes de la final no quería competir porque los nervios habían hecho que dejase olvidadas mis gafas de natación en el hotel. Gracias a la insistencia de mi familia y de Pablo lograron que yo pudiera disputar la final. Y bueno, no salió nada mal: mi primera medalla, un Bronce, qué ilusión, y eso que no llegaba con muchas esperanzas. En años sucesivos, con el empeño de Tomas, y con mi fuerza de voluntad, seguimos adelante, incansables, aunque no se pueden ni imaginar que cansado es esto de la natación de competición. Empiezo con campeonatos por diversas ciudades de España: visito Madrid, Benalmádena, Dos Hermanas, Logroño, Torrevieja, Gijón, Sevilla, Elche, San Fernando … bueno, en realidad casi todo el país. Y en las competiciones, no me va nada mal. He sido varias veces Campeona de España y Subcampeona y me he traído hasta Cehegín muchas medallas de oro, plata y bronce con muchos trofeos.

He conseguido metales en Crol y Espalda, pero en la especialidad donde más galardones he logrado es en Espalda, un verdadero desafío, ya que, este estilo es difícil y necesita mucho trabajo: pero para eso ya estoy yo. A lo largo de mi andadura por todos mis Campeonatos he conocido a una gran cantidad de amigos en las competiciones nacionales, nadadores/as con las que he competido pero en los que también he encontrado cariño y amistad la cual he conservado durante muchos años. Como mi amiga Mabela y su familia de Oviedo; como mi amiga Silvia y su madre y hermana de Cuenca; mi amigo Héctor con su padre Paco de Gran Canarias; o mi amigo Nacho de Elda y su madre y padre, Adams, Lucy y sus padres Paulin y Greg y muchos otros, siempre nos alegramos de reencontrarnos.

Pero no toda mi aventura deportiva ha transcurrido en España. Desde el año 2006, he participado en Campeonatos Internacionales específicos de Síndrome de Down. Mi primer viaje fue a Limerick en Irlanda. Recuerdo perfectamente ese viaje porque  era la primera vez que me montaba en avión ¡qué miedo!, se me ponía una cosa en el estómago… Bueno, ese viaje fue inolvidable y muy especial para todos. Era mi primer campeonato Internacional y era raro porque, estando allí, veía como conducían esa gente por el lado contrario, el izquierdo  ¡¡Qué raro¡¡.Y además, qué miedo, mi hermano conduciendo por la izquierda, madre mía. Aunque él no se daba cuenta, yo rezaba, y él encima a veces se equivocaba de carril, aunque yo creo que los equivocados son ellos

En la competición me fue muy bien, consiguiendo ser campeona del Mundo en dos pruebas en 50 y 100 metros espalda y Record del Mundo en 100 metros espalda. Me gusta recordar una frase que me decían para animarme y estimularme, “Ahora ya sabes que te las tienes que comer con patatas”, y yo respondía “Y macarrones”; Ya se habrán dado cuenta de cuál es la comida que más me gusta, aunque les diré que me gustan todas las comidas que hace mi madre. Y otra cosa que me encantaba decir nada más llegar a los campeonatos es “El viernes nos vamos a Cehegín”. Conforme se acercaban los días para regresar a España más interés ponía en decir que “Ya nos vamos a Cehegín y seguro que me van a preparar una fiesta”.  Como verán el orgullo de ser ceheginera me salía por todos los poros, no puedo pasar mucho tiempo fuera de mi pueblo pero además les diré que yo no decía que era de España, primero decía “Soy de Cehegín”.

Cuando me encuentro en las competiciones recuerdo que mi padre siempre me decía: “Tú tírate rápido y corre mucho, como si tuvieras un toro detrás, corre mucho tráete alguna medalla, y si no, no pasa nada”. Además yo antes de una competición me pongo muy nerviosa, me pongo a pensar y muchas veces me pongo a llorar. Para relajarme un poquito, procuro recordar a toda la gente que me quiere, así que antes de competir me meto en el vestuario ¿y saben ustedes lo que hago? “Me pongo a mirar las fotos de mi padre, mi Virgen de las Maravillas, mi Virgen del Primer Dolor, la Virgen de las Nieves y la foto de mi abuela Dolores, que hasta ahora nunca me han fallado. Y además siempre llevo conmigo mis amuletos: una rana y una llave pequeñita”. Después de todo este preparativo, salgo con unas ganas tremendas de comerme la piscina o bueno bebérmela.

Antes de nuestro regreso a España nos dio tiempo de hacer algo de turismo por Irlanda y de conocer un poquito la ciudad de Dublín, en compañía de Elma, hija de Paco “Maquinas”, que vive allí, y que atentamente nos hizo de guía Qué bien nos lo pasamos.

Mi hermana Amparo me cuenta que estando como componente del Coro Ciudad de Cehegín finalizando el concierto, el Alcalde, subió al escenario para decir unas palabras dando a conocer la noticia de mis existos en Irlanda poniéndose a aplaudir todo el Camelot. Acto muy emotivo y de agradecimiento de mi pueblo.

Una de las cosas que más me sorprendió y emocionó fue la poesía que creó para mí, nuestro recordado Francisco Alfonso Gil Morales, Paco Alfonso, que dice así:

Dolores de las Nieves
Campeona de España,
estrella del deporte
Ceheginera y Murciana.

Cuando nadas alegre
compitiendo con ganas
el agua se convierte
en tu ángel de la guarda.

Las voces de los coros
celebran tus medallas
hasta la Peña Rubia
canta con la alborada,
porque quiere ofrecerte
la luz inmaculada
donde guarda la Virgen
los trofeos del alma.

Mi regreso desde Irlanda fue emocionante y divertido además mi sorpresa fue enorme cuando mis vecinos me esperaban en la calle con unas pancartas que decían  “Bienvenida Campeona” ¡¡que alegría¡¡, qué bien, cuántos regalos. Y por si todo aquello fuese poco, mi amiga Emilia de Bejar había preparado una charanga, coincidiendo que eran las fiestas en el pueblo, y me rindieron un homenaje haciéndome pasar por todas las barracas. En muchas de ellas deteniéndome para recibir la felicitación personal de muchas personas. Nunca podré olvidar la emoción que me produjeron tantos y tantos cehegineros que me agradecían todo lo que yo había conseguido.

En los años siguientes fui combinando campeonatos nacionales y competiciones internacionales. ¡No saben ustedes lo que eso cansa¡, sobretodo porque la intensidad de los entrenamientos se incrementa conforme se acerca la fecha de la competición, y en esto mi manager y entrenador es muy exigente. Así que viajamos a Taipei (Taiwán) en los años 2007 y 2010, mientras que en el 2008 visité Albufeira (Portugal). Los dos viajes totalmente diferentes, los dos primeros larguísimos,  de más de 20 horas de vuelo, no en balde fuimos al otro extremo del mundo; y el tercer nos llevo a Portugal un viaje más cercano y muy agradable que lo realicemos en coche.

En Campeonato de Portugal, muy cerca de España, me sentí en todo momento muy respaldada y apoyada como componente del equipo español. En mi memoria están palabras de ánimo, que me dirigían mis amigos y componentes del equipo: recuerdo los abrazos y la sonrisa de Nacho, las palabras alentadoras, claras y concisas de Héctor, el aliento de Paulin, Lucy, Adams y Greg y los gritos de ánimo y el cariño de Mari Carmen. Gracias a todos y a mi tensón pude alzarme con una medalla de plata y dos de bronce. Me acuerdo de nuestra parada en Antequera  y de muchas cosas más agradables y bonitas, pero yo siempre me quedaba durmiendo durante el viaje. Y es que para mí, viajar en coche y dormirme es todo uno. Mi hermano me decía incrédulo: “Anda, pero mírala, si ya está durmiendo otra vez”.

De los viajes a Taipei, en el primero recuerdo que nos quedamos sorprendidos de la inmensidad y la grandeza de esta ciudad, qué edificios más altos. Recuerdo que subimos al edificio más alto de mundo en esos momentos, el Taipei 101. Tenían el ascensor más rápido construido nunca, ¡Uf qué impresión¡, desde lo más alto se podía observar toda la ciudad. Me acuerdo perfectamente que llegamos en la época monzónica, qué calor, qué humedad, yo no estaba acostumbrada a sudar  pero cómo sudaba; me acuerdo, del clima tan particular, tan pronto salía un sol de justicia como llovía torrencialmente. También os diré que la comida era diferente y que además mi sorpresa fue el no encontrar cubiertos, en su puesto había unos palillos en la mesa, ¡madremía y ahora que hago yo, así que por primera vez comí utilizando los palillos¡. Estuve comiendo con ellos como si toda mi vida los hubiera utilizado aunque tengo que confesar que al inicio me costo un poco comer con ellos. La competición fue fenomenal y me pude traer dos oros y un bronce,

En el 2010  vuelvo a la ciudad de Taipei, cómo recuerdo nuestra peripecia antes de nuestra llegada a Taiwán por problemas con un pasaporte, pero todo al final fue un pequeño susto. Después de nuestra espera en el aeropuerto y la visita posterior al consulado se solucionaron todos los problemas aunque tengo que confesar que pase un poquito de miedo, todo salió muy bien.

En este campeonato formamos un gran equipo español con gran cantidad de componentes, antes de las competiciones hicimos una excursión por la ciudad, yo como ya la había visitado antes, les hice de guía, qué buenos recuerdos, cuantas sonrisas, cuanta alegría, cuanta diversión, de vuelta traía colgada sobre mi cabeza una plata que sabía a oro.

Como premio a todo lo que había realizado me reservaban una sorpresa de regreso a España. Hicimos escala en Hong Kong, una ciudad con muchos letreros luminosos y ruidosa con mucha actividad, me montaron en un tren muy característico con las ventanas con una forma particular, yo ya estaba pendiente y mi hermano y mi amiga Mari Carmen me preguntaban cosas para ver que decía yo y les contestaba  “yo sé donde voy, pero no os lo voy a decir” al final mis sospechas se confirmaron y mi sorpresa fue preciosa cuando bajando del tren digo; “Anda, Disneyland, mira, si está Mickey Mouse, que bonito, que bien si estuvieran mis sobrinos aquí”, me subí en todas la atracciones, vi el desfile con todos los personajes de Disney y además era la fiesta de celebración de Halloween, “qué miedo”; bueno, al final pase un día estupendo.

En mis viajes al extranjero he conocido a muchos amigos de otros países de Inglaterra, Irlanda, Sudáfrica, Estados Unidos, Australia, Taiwán, etc. Me extrañaba  que hablaran en un lenguaje muy raro, no sé, no hablaban como yo. Aunque al principio me costó y necesité alguna ayuda para entenderlos, con el paso del tiempo entendía todo lo que querían decirme. Mi hermano se extrañaba y comentaba: “Se entienden todos a la perfección y yo no me entero de nada”. De mis amigos extranjeros quiero recordar, a un nadador fenomenal, muy guapo  y que quería venirse con el equipo de España mi querido Nick o Tania, de Australia; Krissteen de Canadá o Mannie de Portugal, con estas últimas me acuerdo de mi primer relevo de 50 metros estilos, recuerdo lo bien que nos salió y lo divertido que fue. Parecía como si toda la vida lo hubiésemos hecho juntas.

En los años próximos tengo el propósito de seguir entrenándome y de continuar compitiendo, no sé si conseguiré nuevas medallas, pero seguro que con el esfuerzo de toda mi familia y con el apoyo y los ánimos que ustedes me  entregan seguro que lo tendré mucho más fácil. Este año me dispongo a viajar a Italia y espero seguir trayéndome medallas:

En esta última parte, no debo ni quiero dejar pasar la oportunidad para realizar un reconocimiento a los deportistas, personas y entidades que han estado relacionadas con el deporte de Cehegín y que tantos triunfos y reconocimientos han dado al pueblo de Cehegín, paseando su nombre por toda la geografía nacional e internacional, desde el deporte de base hasta la más alta élite. Espero no olvidarme de nadie, tarea bastante difícil, ya que Cehegín ha dado y seguirá dando, seguro, muchos y buenos deportistas a lo largo de toda su historia. Pero si lo hago va desde aquí mi reconocimiento y mis disculpas.

El deporte en Cehegín ha dado nombres tan destacados  como José David de Gea, piloto de motos, por el que tengo  una gran admiración por la gran cantidad de triunfos que ha cosechado y que cuando coincidimos cariñosamente nos llamamos primos. También están el duatleta ceheginero Cristóbal García, o los atletas Juan Ruiz, Agustín Valera, Borja Ruiz, Antonio Martínez,  a los cuales sigo en todas sus competiciones y me alegro de todos sus triunfos. Si hay una persona que ha trabajado por el deporte de base en Cehegín y por el atletismo en particular ese es Rosendo Berengüí, Presidente de la Federación de Atletismo de la Región de Murcia que además fue uno de los fundadores de los premios al deporte murciano que entrega todos los años la Agrupación Deportiva Cehegín Atlético y con el que fui premiada años atrás. También destacar en el mundo del fútbol la figura de Javier Miñano, hijo adoptivo y preparador físico de la Selección Española. Son muchos los clubes deportivos que han fomentado y están fomentando el deporte en Cehegín, pero como no puedo extenderme más en este pregón citaré solamente algunos de ellos, como nuestros dos equipos de baloncesto: Club Baloncesto Begastri y Club Baloncesto Cehegín; nuestro club de gimnasia rítmica Ciudad de Cehegín, y nuestros clubes de fútbol representados por: el desaparecido Cehegín C.F. y los actuales Cehegín Atlético y Club Deportivo Almarjal “Ciudad de Cehegín”, del que soy socia de honor, y bien orgullosa que me siento. Quiero evocar también la figura de algunos deportistas que han luchado por el deporte en Cehegín y que tristemente no se encuentran ahora entre nosotros, me acuerdo del ciclista Luís Fernández de Paco, del jugador y entrenador del Cehegín C.F. Julio Cardozo, hijo adoptivo de Cehegín; pero a estos habría que añadir muchos otros que han hecho grande el deporte de Cehegín. Quiero acabar mi reconocimiento al deporte de Cehegín mencionando a las futuras promesas del deporte ceheginero como las gimnastas María Espín Ruiz, Campeona de España en la categoría infantil y Ana María Morales Puerta Subcampeona de España en la categoría Cadete. Un futuro muy prometedor es el que tienen los jóvenes pilotos de motociclismo Ana Carrasco, la primera mujer en puntuar en la categoría de 125 CC y Bartolomé Sánchez corredor de motos que participa en el Campeonato de Velocidad MotoDes, seguro que dentro de poco darán buenas noticias al deporte de Cehegín. No quiero olvidar a mi amigo Raúl Jiménez, nadador con discapacidad física, con un número importante de medallas y que, en la actualidad, me está ayudando a no ceder en mi lucha por conseguir mantener la ilusión de seguir nadando a un alto nivel.

Va ser hora de ir terminado este pregón pero antes, quisiera agradecer a nuestra amiga Mari Carmen la ayuda que me ha prestado durante estos años. Gracias a ella los Campeonatos Internacionales han sido más seguros, gratos y divertidos. Quisiera agradecerle todo el cariño que nos ha dado.

Quisiera también reconocer el apoyo y la ayuda de todas las instituciones públicas como el Ayuntamiento de Cehegín; hacer extensivo mi agradecimiento a Pablo por iniciarme en la competición, a Tomas su cariño, su esfuerzo y su dedicación, también Cristina mi última entrenadora; a Lázaro e Ismael por su búsqueda incansable de financiación; a Carmen Fenollar, su dulzura y dedicación conmigo. Al Centro Deportivo de Caravaca por su disponibilidad ilimitada hacia mí; y a Pedro y Toña por su apoyo en el gimnasio. Gracias Merche por tus horas junto a mí, empeñadote en que aprendiera a utilizar la maquina de escribir. Seguro que me olvido de mucha gente pero seguro que sabrán perdonarme y comprender mis errores, pero este pregón no terminaría nunca, aunque igualmente los quiero.
La escritura y lectura de este pregón ha sido lenta pero muy emotiva porque consistía básicamente en rescatar de mi memoria, también de la memoria de mi familia y amigos todas las vivencias pasadas y ponerlas en un papel. En unos casos hemos reído en otros hemos llorado, pero la sensación de todos es que el trabajo y el sacrificio han valido la pena. 

Después de repasar mi vida y reflexionar sobre ella me gustaría proyectar en la sociedad una imagen de esfuerzo y de superación y hacer llegar un mensaje a las familias de niños con alguna discapacidad para que luchen y no se rindan, que luchen como lo hemos hecho nosotros y que no pierdan nunca la ilusión, esa ilusión que hace falta para superar todos los obstáculos que la vida y la sociedad nos van poniendo.

Finalmente, me van a permitir ustedes, que me salte un momento el guión y que haga un pequeño homenaje a la persona que me lleva y me trae, que se preocupa por mis entrenamientos, que se rompe la cabeza para cuadrar su trabajo y poder acompañarme, e incluso que invierte sus ahorros en mis competiciones; ¡Sube Blas Ignacio¡ ¡Te quiero mucho¡.

Antes de terminar les quisiera agradecer a todos, la admiración, cercanía y apoyo que han mostrado todos mis amigos, los vecinos de Cehegín y personas fuera de nuestro pueblo gracias por acompañarme, en este momento tan feliz para mí, siempre los llevaré en mi corazón en todos los lugares donde me encuentre.

Viva Cehegín. Viva la Virgen de las Maravillas.

Muchas Gracias a todos. FELICES FIESTAS.